Por cuestión de naturaleza, implicamos que el diseño web es abierto, y generalmente su trabajo se divide en dos partes, una fase estática y una dinámica. Para los diseñadores a nivel global es importante marcar un punto de quiebre, mezclando ambas fases, así con este proceso veremos como resultado, dar vida al diseño web en la misma pantalla.
Ello mejoraría sustancialmente la toma de decisiones, viendo desde el principio como se crean nuestros trabajos. Este nuevo diseño web abierto implica que los diseñadores pueden editar el diseño de fuentes visualmente, pudiendo mejorar, cambiar y aprender cómo funciona y para qué.
Estamos claros en que el diseño web es visual, por tanto es lógico pensar en que las herramientas también deberían serlo. Usar CSS / HTML nos hace entender las posibilidades del medio, pero adquirir el conocimiento visualmente, hace que este sea más accesible.
Se debe diseñar en el entorno real tanto como sea posible, ya que los errores conducen a nuevas ideas. Un diseño web abierto siempre es responsivo, centrando su accesibilidad y velocidad en todo tipo de navegador. Para tener mejores diseños siempre es bueno participar en la comunidad y compartir lo que sabemos, ese feedback es crucial.
Unas mejores herramientas apoyan la libertad y el control de las pantallas, aportando a un mejor diseño web. Siempre hay que considerar que la automatización de tareas es beneficiosa, pero no así en la toma de decisiones.
Un buen diseño web siempre se basa en el contenido, nos permite inspirarnos con diseños, tipos, colores, pero siempre pensando en el contenido,
Por último siempre es aconsejable dedicar más tiempo al diseño que a la perfección de pixeles.
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