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19 de abril de 2024

Software como Servicio o SaaS, el modelo regente.

El Software como Servicio (SaaS) es un modelo de distribución de software que permite acceder a aplicaciones alojadas en la nube a través de Internet mediante suscripción.

En este modelo, las empresas pueden acceder de forma remota a la infraestructura necesaria sin adquirir licencias de software en sus propias instalaciones. Es especialmente adecuado para aquellas organizaciones que prefieren una gestión de costes más sencilla y necesitan acceso a aplicaciones empresariales fundamentales como correo electrónico, ERP o CRM. 

SaaS forma parte de un conjunto de modelos de provisión de servicios a través de internet, que también incluyen IaaS (Infraestructura como Servicio) y PaaS (Plataforma como Servicio).

El proveedor de servicios en la nube, que se proyecta como un socio de crecimiento clave para el futuro, se encarga de gestionar, ofrecer soporte y mantener integralmente las soluciones en la nube, garantizando su disponibilidad, seguridad y correcto funcionamiento.

Los Proveedores de Servicios Gestionados (MSP) alojan aplicaciones y datos en sus propios servidores o, en el caso de empresas más pequeñas o medianas, pueden utilizar servidores de un proveedor de nube externo. 

En el modelo SaaS, los clientes adquieren acceso recurrente a una plataforma digital, pagando periódicamente por el uso, lo que les permite optimizar su gasto tecnológico.

Ventajas de SaaS: 

Acceso en la nube: Las aplicaciones como servicio siempre están alojadas en la nube, en servidores y centros de datos de proveedores de servicios de diferentes tipos y tamaños.

Menor coste asociado: Los clientes acceden a la aplicación y a sus actualizaciones sin grandes desembolsos de capital, pagando una cantidad periódica.

Despliegue rápido: El acceso desde servidores remotos reduce significativamente el tiempo de implementación en comparación con modelos tradicionales.

Acceso desde cualquier lugar: Permite trabajar desde cualquier dispositivo conectado, mejorando la flexibilidad y la productividad.

Escalabilidad: Las empresas pueden ajustar el uso del software según sus necesidades, ampliando o reduciendo el número de usuarios.

Actualizaciones automáticas: Incluye actualizaciones continuas y mejoras sin la intervención directa de los usuarios.

Modelos de pago flexibles: Se están moviendo hacia modelos de pago por uso, adaptándose mejor a las necesidades de las empresas.

El SaaS ofrece una alternativa eficiente y flexible para acceder a aplicaciones empresariales esenciales sin las complicaciones asociadas a los modelos tradicionales de implementación de software.