Las grandes empresas suelen tener ya un cierto reconocimiento e imagen de marca en la mente del público, y tienen un porcentaje muy elevado de visitas en la web por tráfico directo. Es decir, que el público directamente busca el nombre de la marca en un buscador o introducen la URL de su web para acceder directamente a la misma.
Sin embargo, quien busca un determinado producto en Internet, y está abierto a navegar por diferentes tiendas online de ese sector, sí que buscará los términos por los que se conoce a ese producto, y una tienda online de una pequeña empresa podría aparecer entre las primeras opciones de resultados si se ha trabajado el posicionamiento web adecuadamente.
Por ello, una compañía de pequeño o mediano tamaño puede traspasar todo tipo de fronteras geográficas y ofrecer sus productos a usuarios de cualquier parte del mundo gracias a un buen posicionamiento web.
Con esto, es esencial tener en cuenta esta rama del marketing en la actualidad, en un mundo en el que Internet se configura como una realidad virtual paralela en la que los competidores dentro de cada sector son cada vez un número más grande.
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