Gran parte de la participación de los usuarios en las Redes Sociales se basa en la entretención y posibilidad de opinar, compartir fotografías, videos, entre otros. Pero ¿hasta qué punto es bueno exponernos?
En Internet muchos señalan tenerlo todo: información, acceso a televisión, música, noticias, contacto con los amigos y familiares. Aquí nadie nos amarra las manos y gozamos de una libertad de expresión indiscutible.
No obstante, debemos considerar que tanto la vida terrenal como la interacción online se sitúan dentro de ciertos contextos.
La Real Academia Española define el contexto como “Entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se considera un hecho.”
En este tema no se trata de hilar fino anticipándose siempre a posibles consecuencias. Sin embargo, el compartir todo en las Redes Sociales no sólo puede causar malos entendidos con un empleador, sino conflictos familiares o amorosos debido a que los contextos muchas veces se desvirtúan.
Para evitar posibles conflictos o malos entendidos tanto en la vida laboral como personal, se recomienda:
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