Los cibercriminales invierten cada vez menos tiempo en desarrollar nuevas herramientas de malware, por lo que los entornos de seguridad poco saneados y que utilizan aplicaciones de alto riesgo les ayudan a que los ataques tengan éxito.
Algunas amanazas podrían evitarse si las empresas aplicaran una ciberseguridad consistente ya que los cibercriminales todavía suelen tener éxito cuando basan sus ataques en exploits que no han sido parcheados o actualizados.
Los atacantes ya no se limitan a dirigirse a una industria específica, por lo que el impacto aumenta. En los últimos el panorama demuestra que los ransomware está en alza. Casos como el secuestro de información en el ejercito, confirman la evidencia.
El 90 las compañías registraron exploits con vulnerabilidades con tres o más años de antigüedad. En conclusion, el cibercrimen no descansa y amenazas automatizadas están operativas todos los días de la semana.
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