Probablemente una de las cosas más inesperadas de haber emprendido creando Aeurus está el hecho que nos inviten contantemente a contar nuestra historia a diferentes lugares y de todos ellos, los más enriquecedores resultan ser los liceos o colegios.
La semana pasada fuimos invitados al Centro Educacional de Alta Tecnología (CEAT) para contar la historia de nuestra empresa a los alumnos que están por salir, sin embargo, para nosotros resulto mucho más interesante la historia que nos contaron ellos.
En el CEAT no tienen inspectores, cada alumno es responsable de sí mismo. Para muchos de nosotros que estudiamos acostumbrados a que nos vivieran castigando está realidad resulta sorprendente. Ojala otros centros de estudios puedan imitar el modelo, por nuestra parte, trataremos de aplicar lo que ellos nos enseñaron.
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