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14 de junio de 2024

Cifrado de datos, una herramienta clave en la seguridad digital de una empresa

Debido a la importancia que tienen los datos para la empresa, cualquier medida de seguridad que los proteja es esencial para garantizar su integridad y el buen funcionamiento de la organización. En este contexto, el cifrado de datos es una de las formas más efectivas de proteger la información, asegurando que terceros no autorizados no puedan acceder a ella ni obtener información confidencial.

Existen numerosas razones para cifrar los datos. Un ejemplo claro es el uso creciente de dispositivos portátiles, lo que a menudo implica manejar información empresarial fuera de la oficina mediante un portátil o un disco duro externo. En caso de pérdida o robo de estos dispositivos, si los datos están cifrados, se garantiza que no podrán ser revelados a terceros. Esto es particularmente relevante en el entorno actual, donde el teletrabajo y la movilidad laboral son cada vez más comunes, exponiendo así los datos a mayores riesgos.

Si necesitas trabajar en el ordenador de tu empresa y quieres asegurarte de que tus datos sean accesibles solo para ti, la mejor opción es cifrarlos. Lo mismo aplica si decides trabajar desde casa y quieres proteger tu información personal. El cifrado también es crucial para prevenir accesos no autorizados en entornos colaborativos, donde varias personas pueden tener acceso a los mismos dispositivos.

El cifrado proporciona una mayor tranquilidad y seguridad, especialmente si se utilizan aplicaciones de terceros, como servicios de correo electrónico o plataformas de mensajería. Estas aplicaciones, aunque útiles, pueden ser vulnerables a ataques y brechas de seguridad. Al tener los datos cifrados, solo tú podrás acceder a ellos mediante tu contraseña, asegurando que no serán pirateados ni robados. Esto te permite tener el control total sobre quién puede ver tus datos, independientemente del dispositivo que utilices.

Otra ventaja del cifrado es la protección contra las amenazas internas. No todos los riesgos provienen del exterior; a veces, los empleados o colaboradores pueden acceder a información confidencial sin la debida autorización. Cifrar los datos asegura que incluso dentro de la organización, solo las personas autorizadas puedan acceder a información sensible, minimizando el riesgo de filtraciones internas.